Por: Kevin Díaz
Autoridades de
Nueva Vizcaya, provincia de Filipinas, instaron al Estado salvadoreño a prohibir
definitivamente la minería metálica en el territorio, y así no sufrir los
mismos daños que ha generado el proyecto minero que desarrolla en la provincia
la empresa Oceana Gold.
“Para nosotros
los daños provocados por la minería en las personas y el medio ambiente pesan
mucho más que las mínimas ganancias a corto plazo”, afirmó Carlos Padilla,
gobernador de Nueva Vizcaya.
La minera
australiana Oceana Gold opera en Filipinas desde el 2010, explotando una mina a
cielo abierto en la comunidad Didipio, en Nueva Vizcaya, generando
desplazamiento de familias, violencia, contaminación del agua, aire y suelo.
En 2011, la
Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos solicitó la cancelación del
permiso de operar a la empresa por las claras violaciones, pero el gobierno de
turno rechazó la petición. El 8 de febrero del presente año, con un nuevo
gobierno, el departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Filipinas
suspendió el permiso de operaciones a la transnacional.
“Nuestro
gobierno y provincia están en contra de la minería porque cuando ya hayan
extraído el oro, cuando hayan explotado la zona, ellos se van, pero queda la
destrucción. En las Filipinas ya se estableció que el aporte de las empresas
mineras al crecimiento de nuestro Producto Interno Bruto es 0.6 por ciento, no
llega ni al 1 por ciento”, señaló Padilla.
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