Opinión
Por: Sergio Martin Carrillo / CELAG
Cuando hablamos de integración regional
podemos realizar una clasificación dicotómica en función a la relación que
tengan con el proceso de globalización neoliberal.
Parece ser que
la Alianza del Pacífico está de moda. Los grandes medios de comunicación nos
hablan de algunos de los “grandes avances” que la misma ha presentado en
términos de integración regional… pero cabe preguntarse, ¿procesos como la
Alianza del Pacífico profundizan realmente la integración regional? Quizás es
más apropiado darle la vuelta a la pregunta y reformularla, ¿procesos como la
Alianza del Pacífico profundizan el carácter dependiente de las economías
latinoamericanas?. Vayamos por partes.
Cuando hablamos
de integración regional podemos realizar una clasificación dicotómica en
función a la relación que tengan con el proceso de globalización neoliberal.
Por un lado, tenemos aquellos procesos que van a profundizar este fenómeno
histórico, actuando en un mismo sentido y guiado por la misma ideología. Aquella misma que sentó las bases del proceso
de revolución neoliberal a partir de la década de los 70` y que acabó
impregnando a las instituciones de Bretton Woods.
Por otro lado, y
en oposición al anterior, tenemos aquellos procesos de integración regional que
surgen como oposición al avance de la ideología neoliberal, así como respuesta
a la dependencia creciente de la única potencia hegemónica que surge tras el
fin de la Guerra Fría.
La disputa entre
ambos tipos de bloques ha marcado lo que llevamos de siglo XXI en la región
latinoamericana. El año 2005 supuso un claro cambio en el status quo de la
correlación de fuerzas regionales. La desaparición del ALCA se vio precedida
tan sólo unos meses antes por la creación de la ALBA y la decisión de crear la
Comunidad de Naciones Suramericanas (inicios de la actual UNASUR).
Posteriormente, también se crearía la CELAC, y por su parte, el MERCOSUR
empezaría a impregnarse cada vez más de estos procesos, convirtiéndose en el
principal promotor contra-hegemónico en la región en el aspecto económico.
Pero el
regionalismo abierto, aquel que acompaña y profundiza el proceso de
globalización neoliberal, no desapareció. En el año 2011 surgió la Alianza del
Pacífico, conformada por 4 países con una visión compartida en cuanto a la
inserción en la Economía-Mundo capitalista. Como resumen de su apuesta en
cuanto a comercio internacional se puede destacar que todos estos países tienen
vigentes Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos.
La Alianza del
Pacífico no tardó en convertirse en el juguete preferido del capital
internacional. Entre sus “avances” se destacan su importante peso en el
comercio internacional (aproximadamente el 50% del comercio internacional
extrarregional de América Latina), su nivel de atracción para la Inversión
Directa Extranjera (47% del total del flujo en la región) y contar con los
países de la región clasificados como los mejores para realizar negocios[1].
A menudo, entre
las supuestas bondades de la Alianza del Pacífico, los grandes medios destacan
que es un verdadero proceso de integración comercial, dejando de lado lo
ideológico, a diferencia de otros bloques de la región. Es decir, supuestamente
la Alianza del Pacífico se guía por las bondades de la tecnocracia y ha
mantenido un posicionamiento pragmático. Esta supuesta animadversión a lo
político, algo muy recurrente entre los grandes capitales y buena parte de las
derechas, es una gran falacia. La Alianza del Pacífico es un bloque
plutocrático, guiado por, y para, los intereses del gran capital.
Podemos volver
ahora a las preguntas lanzadas al inicio. ¿Procesos como la Alianza del
Pacífico profundizan realmente la integración regional? No, la Alianza del
Pacífico sólo profundiza la integración de los grandes capitales
latinoamericanos con los grandes capitales mundiales, esto a través de las
relaciones comerciales y de la Inversión Directa Extranjera, primando las
relaciones con países extra-regionales y excluyendo a las grandes mayorías. Con
respecto a la segunda: ¿Procesos como la Alianza del Pacífico profundizan el
carácter dependiente de las economías latinoamericanas? Sí, las relaciones
económicas dependientes Centro-Periferia se profundizan. Cierto es que hay unas
ganancias, pero éstas son recogidas por las oligarquías exportadoras de cada
uno de los países, quedando las grandes mayorías alejadas de los beneficios. La
Alianza del Pacífico representa la integración de los grandes capitales en los
flujos económicos mundiales, pero representa la disolución de un verdadero
proceso de integración regional a nivel político, cultural, social y
productivo.
TeleSur

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